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Mordeduras por perro

Creo que es una de las peores pesadillas de cualquier padre: que tú hijo(a) pequeño sea atacado por un perro.

Hace unos días me tocó vivirlo, no directamente, pero me tocó atender un niño de 15 meses que fue atacado por un Rottweiler. Realmente desconozco las circunstancias del ataque, pero sí puedo hablar de las consecuencias que me tocó observar:

Un gran defecto craneal, un desgarro de la piel cabelluda y una laceración de la dura madre.


El Niño fué mordido en la cabeza, además de otras mordidas en cuello y espalda.

Algunas estadísticas en población pediatrica: 

En los pacientes de 0 a 9 años, 73 % de las mordidas son el la cara

En pacientes <4 años, 65 % de las mordidas son en la cabeza y en el cuello

Es muy conocido el hecho de que existen algunas razas más agresivas que otras. La raza Rottweiler es conocida por ser muy agresiva en ocasiones. Debido a la potencia de sus mandíbulas, hay casos resportados de muertes en niños pequeños. Afortunadamente este no fue el caso.

A pesar de lo aparatoso de la lesión, los colmillos del perro no penetraron ni lesionaron el tejido cerebral. Si hubo pérdida de un fragmento del hueso temporal , pero eso podrá repararse. El riesgo más grande, es la infección. No creo que el perro haya realizado asepsia y antisepsia de su boca antes de morder. Así que después de reparar la dura madre y cubrir el defecto óseo con el periostio que logramos ver, iniciamos el tratamiento con antibióticos. Afortunadamente es aún un niño, sin lesión cerebral aparente. Esperemos que salga adelante sin infección.

La moraleja: si usted tiene un perro y sabe que es agresivo, no lo deje suelto. Si recibe visitas que incluyan niños, piense que tal vez su perro no los conoce, quizá responda con agresión.  Evite tragedias, separe a su perro mientras tenga visitantes.

Recuperación…

Bien, pues después de casi dos años, hoy por fin recuperé el control de mi cuenta de WordPress.

Nuevamente seguire publicando y actualizando este blog con información novedosa de ms actividades y lo que ofrecemos en nuestra practica diaria.

Un saludo a todos los seguidores, y les agradezco su paciencia y su lealtad.

Lipomeningocele

Es una lesión congénita que está relacionada con la espina bífida.

Está asociado con la acumulación anormal de grasa que comienza debajo del nivel de la piel y se extiende a través de la abertura ósea de la médula espinal.

La lesión en sí misma está compuesta de un cono medular descendente infiltrado con grasa, que continúa hacia afuera del defecto fascial, óseo y dural que emerge como una masa subcutánea cubierta de piel y que se suele encontrar en la región lumbosacra.

Epidemiología

Estas lesiones se tornan evidentes dentro de los primeros meses o años de vida. Afecta a las mujeres más que a los hombres en una proporción de 1,5 a 1.

Es la causa más frecuente de anclaje medular, que da lugar a deterioro neurológico, debido a isquemia del cono medular y de las raíces.

Se sospecha una tendencia hereditaria a un error de desarrollo regional que afecta a los segmentos embrionarios ya que en una ocasión de gemelos con lipomielomeningocele caudal se apreció formación de teratomas espinales en uno de ellos (Oliveria 2010).

Clínica Estas lesiones están cubiertas por piel y no duelen.

Suele producir síntomas con el crecimiento del niño, que consisten en alteraciones en el control esfinteriano y deformaciones ortopédicas en los pies. Los síntomas son debidos a que el lipoma fija en dirección caudal la médula espinal, anclando el cono medular a la región lumbosacra, lo que provoca un estiramiento patológico de toda la médula espinal.

Los pacientes pueden perder función neurológica dentro de las primeras semanas posteriores al nacimiento pero, con mayor asiduidad, el lapso de deterioro se da a lo largo de un período de meses o años. Los síntomas neurológicos suelen ser debilidad e incontinencia urinaria e intestinal. La debilidad puede ser simétrica o asimétrica y puede traer como consecuencia una atrofia de las extremidades inferiores. En los adolescentes mayores y en los adultos, el dolor puede ser el motor que impulse al paciente a someterse a un examen clínico. El dolor puede ser difícil de describir y de naturaleza radiante. Puede haber una limitación de la movilidad de la espalda.

Diagnóstico

La imagen de resonancia magnética, se ha vuelto el estudio por imágenes preferido para las lipomielomeningoceles y los lipomas de médula espinal. Pueden dar datos anatómicos extraordinarios. Esto ayudará al cirujano a planificar la intervención quirúrgica. En la mayoría de los casos, las placas radiográficas simples reflejarán la espina bífida.

Tratamiento

Los objetivos de la cirugía consisten en liberar la fijación de lípido en la médula espinal y reducir el grosor del tumor graso.

El simple tratamiento cosmético de la almohadilla grasa subcutánea no previene el déficit neurológico y puede dificultar el tratamiento definitivo posterior.

El tratamiento quirúrgico se indica cuando el paciente llega a los 2 meses de edad, o antes si es que el paciente consulta a una mayor edad.

El tratamiento consiste en la extirpación de lipomas (subtotal), sutura de la piamadre espinal, y la sección del filum terminal.

La sutura de la piamadre espinal es de suma importancia en prevención del reanclaje (Huang 2010).

Pronóstico

En general, con cirugía mejora el 19 por ciento de los pacientes, 75 por ciento permanecerá sin cambios y el 6 por ciento se agravará.

Bibliografía

Huang, Sheng-Li, Wei Shi, y Li-Gen Zhang. 2010. Surgical treatment for lipomyelomeningocele in children. World Journal of Pediatrics: WJP (Junio 12). doi:10.1007/s12519-010-0210-3. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20549411.

Oliveria, Seth F, Eric M Thompson, y Nathan R Selden. 2010. Lumbar lipomyelomeningocele and sacrococcygeal teratoma in siblings: support for an alternative theory of spinal teratoma formation. Journal of Neurosurgery. Pediatrics 5, no. 6 (Junio): 626-629. doi:10.3171/2010.2.PEDS09502.

Epilepsia

epilepsiaLa epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas repetidas durante un tiempo. Las crisis epilépticas son episodios de alteración de la actividad cerebral que producen cambios en la atención o el comportamiento.

Causas

La epilepsia ocurre cuando los cambios permanentes en el tejido cerebral hacen que el cerebro esté demasiado excitable o irritable. Como resultado de esto, el cerebro envía señales anormales, lo cual ocasiona convulsiones repetitivas e impredecibles. (Una sola convulsión que no sucede de nuevo no es epilepsia).

La epilepsia puede deberse a un trastorno médico o a una lesión que afecte el cerebro o la causa puede ser desconocida (idiopática).

Las causas comunes de epilepsia abarcan:

  • Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT)
  • Demencia, como el mal de Alzheimer
  • Lesión cerebral traumática
  • Infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y SIDA
  • Problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita)
  • Lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento
  • Trastornos metabólicos presentes al nacer (como fenilcetonuria)
  • Tumor cerebral
  • Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral

Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad. Puede haber un antecedente familiar de convulsiones o epilepsia.

Síntomas

Los síntomas varían de una persona a otra. Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias, mientras otras tienen pérdida del conocimiento y temblores violentos. El tipo de convulsión o crisis epiléptica depende de la parte del cerebro afectada y la causa de la epilepsia.

La mayoría de las veces, la convulsión es similar a la anterior. Algunas personas con epilepsia tienen una sensación extraña antes de cada convulsión como hormigueo, sentir un olor que realmente no existe o cambios emocionales. Esto se denomina aura.

El médico puede darle más información acerca del tipo específico de convulsión que usted pueda tener.

  • Ausencias típicas (pequeño mal) (episodios de ausencias)
  • Convulsiones tonicoclónicas generalizadas (crisis de gan mal) (involucran todo el cuerpo e incluyen aura, rigidez muscular y pérdida de la lucidez mental)
  • Convulsiones parciales (focales) (pueden incluir cualquiera de los síntomas anteriormente descritos, según la parte del cerebro donde se inicia la convulsión)

Pruebas y exámenes

El médico llevará a cabo un examen físico, el cual comprende una evaluación detallada del cerebro y del sistema nervioso.

Se hará un una electroencefalografía (EEG) para verificar la actividad eléctrica en el cerebro. Las personas con epilepsia generalmente tienen actividad eléctrica anormal que se observa en este examen. En algunos casos, el examen muestra el área en el cerebro donde empiezan las convulsiones. El cerebro puede aparecer normal después de una convulsión o entre convulsiones.

Para diagnosticar la epilepsia o planear la cirugía para la epilepsia, usted posiblemente necesite:

  • Usar un aparato de registro electroencefalográfico durante días o semanas mientras se ocupa de su vida cotidiana.
  • Permanecer en un hospital especial donde le puedan vigilar la actividad del cerebro en cámaras de video. Esto se denomina EEG en video.

Los exámenes que se pueden hacer abarcan:

  • Química sanguínea
  • Glucemia
  • CSC (conteo sanguíneo completo)
  • Pruebas de la función renal
  • Pruebas de la función hepática
  • Punción lumbar (punción raquídea)
  • Exámenes para enfermedades infecciosas

Con frecuencia, se hace una tomografía computarizada o resonancia magnética de la cabeza para encontrar la causa y localización del problema en el cerebro.

Tratamiento

El tratamiento para la epilepsia incluye medicamentos, cambios en el estilo de vida y en ocasiones cirugía.

Si la epilepsia se debe a un tumor, vasos sanguíneos anormales o sangrado en el cerebro, la cirugía para tratar estos trastornos puede detener dichas crisis.

Los medicamentos para prevenir las convulsiones, llamados anticonvulsivos, pueden reducir el número de crisis futuras.

  • Estos fármacos se toman por vía oral. El tipo de medicamento que se recete depende del tipo de convulsión que usted tenga.
  • Es posible que sea necesario cambiar la dosis de vez en cuando. Usted puede necesitar exámenes de sangre para ver si hay efectos secundarios.
  • Siempre tome el medicamento a tiempo y como se lo recetaron. Pasar por alto una dosis puede hacer que se presente una convulsión. Nunca deje de tomar ni cambie medicamentos por su cuenta. Hable primero con el médico.
  • Muchos medicamentos para la epilepsia causan anomalías congénitas. Las mujeres que deseen quedar embarazadas deben comentarle al médico con anticipación con el fin de hacer ajustes en los medicamentos.

Muchos medicamentos para la epilepsia pueden afectar la salud de sus huesos. Hable con el médico para saber si necesita tomar vitaminas y otros suplementos.

La epilepsia que no mejora después de haber ensayado dos o tres fármacos anticonvulsivos se denomina “epilepsia resistente al tratamiento”. En este caso, el médico puede recomendar una cirugía para:

  • Extirpar las células cerebrales anormales que causan las convulsiones.
  • Colocar un estimulador del nervio vago (ENV). Este dispositivo es similar a un marcapasos cardíaco y puede ayudar a reducir la cantidad de convulsiones.

A algunos niños se los somete a una dieta especial para ayudar a prevenir convulsiones. La más popular es la cetógena. Una dieta baja en carbohidratos, como la de Atkins, también puede servir para algunos adultos. Asegúrese de analizar estas opciones con el médico antes de ensayarlas.

Los cambios en los tratamientos médicos o en el estilo de vida pueden aumentar el riesgo de una convulsión en adultos y niños con epilepsia. Hable con su médico respecto a:

  • Los nuevos medicamentos, vitaminas o suplementos recetados
  • El estrés emocional
  • Enfermedad, sobre todo infección
  • Falta de sueño
  • Embarazo
  • Saltarse dosis de medicamentos para la epilepsia
  • Consumo de alcohol u otras drogas psicoactivas

Otras consideraciones:

  • Las personas con epilepsia deben llevar joyas con alerta médica de manera que se pueda conseguir tratamiento médico oportuno si se presenta una convulsión.
  • Las personas con epilepsia controlada de manera deficiente no deben manejar. Verifique la ley en su estado respecto a cuáles personas con antecedentes de convulsiones se les permite manejar.
  • No utilice máquinas ni haga actividades que puedan ocasionarle pérdida de la conciencia, como subir a lugares altos, montar en bicicleta y nadar solo.

Grupos de apoyo

El estrés causado por el hecho de tener epilepsia o ser responsable de alguien con epilepsia, a menudo se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo. En estos grupos, los miembros comparten experiencias y problemas en común.

Expectativas (pronóstico)

Es probable que algunas personas con epilepsia puedan reducir o incluso suspender sus medicamentos anticonvulsivos después de no tener ninguna convulsión durante varios años. Ciertos tipos de epilepsia en la niñez desaparecen o mejoran con la edad, por lo regular a finales de la adolescencia o hacia los 20 años.

Para muchas personas, la epilepsia es una afección de por vida. En estos casos, es necesario continuar con los fármacos anticonvulsivos. Hay un riesgo muy bajo de muerte súbita con la epilepsia.

Posibles complicaciones

  • Problemas de aprendizaje.
  • Broncoaspiración de alimento o saliva durante una convulsión, lo cual puede provocar neumonía por aspiración.
  • Lesiones a raíz de caídas, golpes, mordidas autoinfligidas, conducir u operar maquinaria durante una convulsión.
  • Lesión cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño).
  • Efectos secundarios de medicamentos.

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) si:

  • Es la primera vez que una persona tiene una convulsión.
  • Se presenta una convulsión en una persona sin brazalete de identificación médica (con instrucciones que expliquen qué se debe hacer).

En el caso de alguien que haya presentado convulsiones con anterioridad, llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) para cualquiera de las siguientes situaciones de emergencia:

  • Se trata de una convulsión más larga de las que la persona presenta normalmente o es una cantidad inusual de convulsiones para la persona.
  • Se repiten las convulsiones en pocos minutos.
  • Se repiten las convulsiones y no se ha recuperado el conocimiento o comportamiento normal entre ellas (estado epiléptico).

Llame al médico si aparecen síntomas nuevos:

  • Pérdida de cabello
  • Náuseas y vómitos
  • Erupción cutánea
  • Efectos secundarios de los medicamentos como somnolencia, inquietud, confusión y sedación
  • Temblores o movimientos anormales o problemas con la coordinación

Prevención

No existe una forma conocida de prevenir la epilepsia. Una dieta y sueño adecuados y evitar las drogas y el alcohol pueden disminuir la probabilidad de desencadenar convulsiones en personas con epilepsia.

Reduzca el riesgo de traumatismo craneal mediante el uso de cascos durante actividades de riesgo. Esto puede ayudar a disminuir la probabilidad de lesión cerebral que lleva a que se presenten convulsiones y epilepsia.

Nombres alternativos

Trastorno convulsivo; Epilepsia del lóbulo temporal

Referencias

Abou-Khalil BW, Gallagher MJ, Macdonald RL. Epilepsies. In: Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, Mazziotta JC, eds. Bradley’s Neurology in Clinical Practice. 6th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier Saunders; 2012:chap 67.

Foreman B, Hirsch LJ. Epilepsy emergencies: diagnosis and management. Neurol Clin. 2012;30:11-41.

Harden CL, Hopp J, Ting TY, et al. Practice Parameter update: Management issues for women with epilepsy – Focus on pregnancy (an evidence-based review): Obstetrical complications and change in seizure frequency: Report of the Quality Standards Subcommittee and Therapeutics and Technology Assessment Subcommittee of the American Academy of Neurology and American Epilepsy Society. Neurology. 2009;73;126-132

Wiebe S. The epilepsies. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman’s Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier Saunders; 2011:chap 410.

Espondilosis cervical

hern_disEs un trastorno en el cual hay un desgaste anormal en el cartílago y los huesos del cuello (vértebras cervicales). Es una causa común de dolor cervical crónico.

Causas

La espondilosis cervical es causada por el desgaste crónico de la columna cervical. Esto incluye los discos o amortiguadores entre las vértebras del cuello y las articulaciones entre los huesos de la columna cervical. Pueden presentarse crecimientos anormales o “espolones” en los huesos de la columna (vértebras).

Estos cambios pueden, con el tiempo, causar presión sobre (comprimir) una o más de las raíces de los nervios. En casos avanzados, la médula espinal resulta comprometida. Esto puede afectar no sólo los brazos sino también las piernas.

El desgaste y desgarre diarios pueden iniciar estos cambios. Las personas que son muy activas en el trabajo o en los deportes pueden ser más propensas a padecerlos.

El mayor factor de riesgo es el envejecimiento. A los 60 años, la mayoría de las personas muestran signos de espondilosis cervical en las radiografías. Otros factores que pueden hacer a una persona más propensa a padecer espondilosis son:

  • Tener sobrepeso y no hacer ejercicio
  • Tener un trabajo que requiera levantar objetos pesados o agacharse o girar mucho
  • Lesión cervical pasada (con frecuencia algunos años antes)
  • Cirugía anterior de columna
  • Hernia discal
  • Artritis grave
  • Pequeñas fracturas de la columna a raíz de la osteoporosis

Síntomas

Los síntomas a menudo se presentan de manera lenta con el tiempo, pero pueden comenzar o empeorar súbitamente. El dolor puede ser leve o puede ser profundo y tan intenso que usted no puede moverse.

Usted puede sentir dolor por encima del omóplato o éste se puede irradiar al brazo, al antebrazo o (en raras ocasiones) a los dedos.

El dolor puede empeorar:

  • Después de pararse o sentarse.
  • Por la noche.
  • Cuando estornuda, tose o se ríe.
  • Cuando dobla el cuello hacia atrás o camina más de unas pocas yardas.

Usted también puede tener debilidad en ciertos músculos. Algunas veces, tal vez no lo note hasta que su médico lo examine. En otros casos, notará que tiene dificultad para alzar el brazo, apretar fuertemente con una de las manos u otros problemas.

Otros síntomas comunes son:

  • Rigidez en el cuello que empeora con el tiempo.
  • Entumecimiento o sensaciones anormales en los hombros, brazos o, en raras ocasiones, en las piernas.
  • Dolores de cabeza, especialmente en la parte posterior de la cabeza.

Los síntomas menos comunes son:

  • Pérdida del equilibrio.
  • Pérdida del control de esfínteres (si hay presión sobre la médula espinal).

Pruebas y exámenes

Un examen puede mostrar que usted tiene dificultad para mover la cabeza hacia el hombro y rotarla.

El médico puede pedirle que flexione la cabeza hacia adelante y hacia los lados mientras ejerce presión suave hacia abajo en la parte superior de ésta. El aumento del dolor o del entumecimiento durante este examen por lo regular es un signo de que hay presión sobre un nervio en la columna vertebral.

La debilidad o la pérdida de sensibilidad pueden ser signos de daño a ciertas raíces nerviosas o a la médula espinal.

Se puede hacer una radiografía del cuello o de la columna para buscar artritis u otros cambios en esta última.

La resonancia magnética del cuello se hace cuando usted tiene:

  • Dolor intenso en el brazo o el cuello que no mejora con tratamiento.
  • Debilidad o entumecimiento en brazos o manos.

Se pueden hacer una EMG (electromiografía) y pruebas de la velocidad de conducción nerviosa para examinar el funcionamiento de las raíces nerviosas.

Tratamiento

El médico y otros profesionales de la salud pueden ayudarle a manejar su dolor para que usted pueda permanecer activo.

  • El médico puede remitirlo a fisioterapia. El fisioterapeuta le ayudará a reducir el dolor utilizando estiramientos y le mostrará cómo hacer ejercicios que fortalezcan los músculos del cuello.
  • El terapeuta también puede usar tracción cervical para aliviar algo de la presión allí.
  • Usted también puede ver a un masoterapeuta (especialista en masajes), alguien que realice acupuntura o alguien que lleve a cabo manipulación de la columna (quiropráctico, médico osteópata o fisioterapeuta). Algunas veces, unas pocas visitas ayudarán con el dolor del cuello.
  • Las compresas frías y la terapia con calor pueden ayudar con su dolor durante las reagudizaciones.

Un tipo de psicoterapia, llamada terapia conductual cognitiva, puede servir si el dolor está teniendo un impacto serio en su vida. Esta técnica le ayuda a entender mejor su dolor y le enseña cómo manejarlo.

Los medicamentos pueden ayudar con su dolor en el cuello. El médico puede recetarle antinflamatorios no esteroides (AINE) para el control del dolor a largo plazo. Se pueden recetar narcóticos si el dolor es intenso y no responde a los AINE.

Si el dolor no responde a estos tratamientos o usted tiene una pérdida del movimiento o de la sensibilidad, se contempla la posibilidad de la cirugía. La cirugía se hace para aliviar la presión en los nervios o la médula espinal.

Expectativas (pronóstico)

La mayoría de los pacientes con espondilosis cervical tienen algunos síntomas prolongados. Estos síntomas mejoran con  tratamientos no quirúrgicos y no necesitan cirugía.

La mayoría de las personas con este problema son capaces de llevar vidas activas. Algunos pacientes tendrán que vivir con dolor crónico.

Posibles complicaciones

  • Incapacidad para retener las heces (incontinencia fecal) o la orina (incontinencia urinaria)
  • Pérdida de la función o sensibilidad muscular
  • Discapacidad permanente (ocasional)
  • Equilibrio deficiente

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si:

  • La afección empeora.
  • Hay signos de complicaciones.
  • Presenta nuevos síntomas, como pérdida del movimiento o de la sensibilidad en un área del cuerpo.
  • Pierde el control de esfínteres (llame de inmediato).

Nombres alternativos

Osteoartritis cervical; Artritis del cuello; Artritis cervical; Dolor cervical crónico

Referencias

Rosenbaum RB, Kula RW. Disorders of bones, joints, ligaments, and meninges. In: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, eds. Bradley’s Neurology in Clinical Practice. 6th ed. Philadelphia, Pa.: Elsevier Saunders; 2012:chap 73.

Cohen I, Jouve C. Cervical radiculopathy. In: Frontera WR, Silver JK, Rizzo TD Jr, eds. Essentials of Physical Medicine and Rehabilitation. 2nd ed. Philadelphia, Pa.: Elsevier Saunders; 2008:chap 4.

Takagi I, Eliyas K, Stadlan N. Cervical spondylosis: an update on pathophysiology, clinical manifestation, and management strategies. Dis Mon. 2011;57:583-591